El “queso” de manzana con semillas de alcaravea es una receta inusual, sabrosa y sencilla para preparar manzanas para el invierno.
¿Pensabas que el queso sólo se elaboraba con leche? Le ofrecemos una receta inusual para hacer "queso" de manzana. Esta no es una receta casera sencilla y laboriosa que no dejará indiferentes a los amantes de la manzana. No necesitas mucho tiempo para prepararlo y el resultado seguramente complacerá a tus seres queridos.
Y así, las manzanas deben lavarse, pelarse y, asegurándose de quitarles la mitad, cortarse en trozos.
Luego, transfiera las rodajas de manzana a una cacerola con una pequeña cantidad de agua y cocine a fuego lento hasta que espese.
Pasamos la preparación resultante por un colador y añadimos semillas de comino (se pueden moler hasta convertirlas en polvo) a razón de una cucharada de comino por kilogramo de puré.
Amasar bien la masa resultante hasta que quede suave, luego colocarla sobre una servilleta de lino gruesa, presionarla y dejar reposar durante 72 horas (aproximadamente tres días).
Pasado el tiempo previsto, sacamos el “queso” de manzana de la presión, lo frotamos con aceite de girasol y lo enrollamos bien en semillas de comino.
Es mejor guardar nuestra inusual preparación casera en un lugar fresco.
Este “queso” de manzana casero se conserva perfectamente. Será un plato excelente y sabroso incluso para los niños pequeños. Por su bajo contenido calórico, el “queso” de manzana también es útil para quienes, voluntariamente o por motivos de salud, siguen una dieta natural y sin azúcar.