Deliciosos tomates enlatados en su propio jugo: una receta sencilla sobre cómo conservar los tomates para el invierno.

Deliciosos tomates enlatados en su propio jugo.

Los tomates enlatados en su propio jugo son interesantes por su sabor natural, no diluidos con especias y vinagre. En ellos se conservan todas las vitaminas y microelementos, porque el único conservante es la sal.

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Cómo enlatar tomates en su propio jugo para el invierno.

Tomates

Seleccione tomates maduros, firmes y sin daños visibles, como grietas, manchas, abolladuras o algo similar. Lo mejor es coger la misma talla, pero mejor si es mediana. Retire los tallos a mano y no con un cuchillo; esto permitirá preservar la integridad de la fruta. Procese los tomates demasiado maduros y dañados hasta obtener jugo, que se verterá sobre las frutas enteras.

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Los tomates de calidad inferior se deben cortar en cuartos, eliminando todas las partes dañadas.

Coloca las rodajas en una cacerola grande y llénalas con un poco de agua del hervidor. Para 1 kg de materias primas, 0,5 tazas son suficientes.

Lleva todo a ebullición y cocina hasta que las rodajas se ablanden.

Frote la masa caliente a través de un colador metálico fino y mida el volumen exacto del jugo de tomate resultante.

Por cada litro se añaden 20 o 30 g de sal y se vuelve a hervir.

Mientras el jugo y la sal se someten a tratamientos térmicos repetidos, pinche los tomates enteros preparados con una brocheta de madera o un palillo en cinco o seis lugares. Esto es necesario para que la piel no se agriete cuando los tomates se vierten con jugo caliente.

Coloque los tomates picados en frascos preesterilizados y luego llénelos con el jugo preparado, enfriado a una temperatura de 80-85°C.

Cubre los frascos con tapas y colócalos en el fondo de una cacerola grande con agua caliente. Lleva el líquido a ebullición y esteriliza los tomates enlatados durante 20 minutos. Este tiempo es suficiente para tarros de 1 litro.

Al final de la ebullición, enrolle los frascos de tomates con sus tapas, déles la vuelta y déjelos enfriar de forma natural.

Para que los deliciosos tomates enlatados en su propio jugo, preparados según una receta casera, duren todo el invierno y no empiecen a fermentar, basta con rellenarlos con jugo de tomate recién preparado. Si puede conservar los tomates en porciones grandes, debe calcular el tiempo para que el jugo hervido con sal se vierta en los frascos en una hora.

Sabiendo conservar los tomates para el invierno, ahora podrás preparar cada año un producto natural y sabroso sin añadir vinagre.


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