El “queso” de ciruela es una preparación sana y sabrosa para el invierno, aromatizada con especias o un “queso” de frutas inusual.
El “queso” de frutas de ciruelas es una preparación de puré de ciruelas, primero hervida hasta obtener la consistencia de mermelada y luego moldeada en forma de queso. El sabor de esta preparación inusual depende de las especias que desee utilizar durante la preparación.
¿Quieres probar qué tipo de “queso” inusual es este? ¡Entonces manos a la obra!
Para empezar, debes tomar buenas ciruelas maduras, cuyas semillas se puedan separar fácilmente.
Sácalas y pesa las rodajas resultantes. Por cada kilogramo de ciruela, mide 100 g de azúcar y espolvoréalo sobre la fruta.
Dejar reposar hasta que salga el jugo de las ciruelas.
Luego coloque el bol con las mitades de ciruela al fuego y cocine hasta que se forme una masa espesa en la sartén.
Agrega semillas de cilantro a la mermelada resultante y mezcla bien para que se distribuyan por todo el volumen.
A continuación, hacer queso implica formar la llamada cabeza. Cuando la masa de ciruela hervida se haya enfriado por completo, se transfiere a una servilleta de lino y se le da forma.
A continuación, debes atar los extremos de la servilleta, colocar la cabeza sobre una tabla o plato plano, cubrir nuevamente la parte superior con una tabla de cortar y presionarla. Debe mantener el “queso” de fruta así durante tres días y luego soltarlo del tejido.
Primero, cubra ligeramente la cabeza terminada con aceite vegetal, preferiblemente refinado, y luego espolvoree con semillas de cilantro.
Las preparaciones caseras, envueltas herméticamente en papel pergamino, se guardan mejor en un lugar fresco y oscuro.
Este “queso” inusual se puede comer como postre dulce, pero también como medicamento. Las ciruelas, especialmente en forma tan hervida, tienen un buen efecto sobre el funcionamiento de los intestinos y eliminan toxinas dañinas del cuerpo.