Pepinos encurtidos para el invierno en rodajas en frascos, en adobo de ajo
Si tiene muchos pepinos que no son aptos para encurtir y encurtir, los llamados de mala calidad o simplemente grandes, en este caso puede preparar una pieza de trabajo inusual para el invierno. Para hacer esto, simplemente corte los pepinos grandes en trozos largos y vierta la marinada de ajo original.
Esto hace una ensalada de pepino muy sabrosa. Hoy te cuento cómo cubrir rodajas de pepino con salsa picante de ajo en esta receta. Las amas de casa con mínima experiencia pueden prepararlo fácil y rápidamente, porque el proceso de costura se fotografía paso a paso.
Para la preparación necesitaremos:
• pepinos – 2 kg;
• azúcar – 100 g;
• sal – 2 cucharadas;
• pimienta negra molida – ½ cucharada;
• aceite vegetal – 75 ml;
• vinagre – 100 ml;
• ajo – 1 cabeza.
Cómo encurtir pepinos en frascos para el invierno.
Para cerrar dicha preparación, primero debe preparar los pepinos y los componentes de la marinada.
Lavar bien los pepinos y secarlos.
Debe tomar aproximadamente suficiente ajo para que, al picarlo, su volumen sea igual a una cucharada.
Corta los extremos de los pepinos y corta cada pepino a lo largo en 4 trozos. Si los pepinos son grandes, córtelos en más trozos.
Coloca los pepinos preparados en un recipiente grande.
Pelar y picar finamente los ajos.
Agrega ajo a los pepinos.
Prepare la marinada: mezcle vinagre, sal, pimienta, azúcar y aceite vegetal.
Mezclar bien la marinada para que el azúcar se disuelva.
Vierta la marinada en los pepinos y mezcle bien.
Deje reposar el recipiente con los pepinos durante 3 horas. Durante este tiempo se forma una cantidad suficiente de jugo de pepino.
Durante este tiempo, puedes lavar y esterilizar los frascos.
Después de 3 horas, coloque los pepinos en rodajas en frascos esterilizados lo más apretados posible.
Llene los frascos con el jugo resultante mezclado con la marinada de ajo hasta arriba, cubra con tapas y esterilice durante 10 minutos.
Después de esto, las preparaciones con pepinos en adobo de ajo sólo hay que enrollarlas.
Cuando lo abras en invierno, comprenderás qué delicia has enrollado: no podrás separarte del frasco hasta que veas el fondo. ¡Buen provecho!