Cómo congelar menta
La menta verde joven contiene en sus hojas una gran cantidad de aceites esenciales, que desaparecen durante la floración, y más aún, cuando la menta se seca para el invierno. Puedes conservar todas las propiedades útiles y agradables de la menta si la congelas. Dependiendo de sus necesidades, esto se puede hacer de varias maneras.
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Ramitas de menta congeladas
Con este método se congelan ramitas enteras de menta. Por lo general, se toma la parte superior con 5-6 hojas, sin inflorescencias y hojas marchitas. La menta se lava y se seca sobre una toalla. Luego doble las ramitas en pequeños ramos y envuelva los ramos de menta con film transparente en pequeños rollos.
Este método es bueno si desea agregar menta a los panes de carne como una capa verde.
Hojas de menta congeladas
Si necesitas menta fresca para decorar platos en invierno, puedes congelarla en hojas individuales. Como en la primera opción, la menta se lava y se seca sobre una toalla. Separamos las hojas del tallo con unas tijeras, o simplemente las arrancamos y las colocamos en recipientes de plástico o tarros de cristal con tapa. No se necesita preparación previa, envíe los frascos llenos directamente al congelador.
Menta en cubitos de hielo
Esta es la forma más bonita, e igual de sencilla que las anteriores. Se seleccionan las hojas de menta más hermosas, tal vez las puntas pequeñas, y se colocan en bandejas de hielo.
Para que los cubitos de hielo sean transparentes, debes llenar las hojas con agua hervida fría. Ajusta con cuidado las hojas para que queden completamente en el molde y congela. Si hay mucha menta, pero solo un molde, sacuda los cubos congelados en una bolsa Zip-Lock y podrá volver a verter una nueva porción de cubos de menta.
puré de menta
Algunas amas de casa utilizan activamente la menta para preparar sus obras maestras. En tales casos, necesita mucha menta y, preferiblemente, lista para usar de inmediato. Para ello, se congela el puré de menta.
El puré se prepara únicamente con hojas que deben arrancarse del tallo. Coloca las hojas en una licuadora, agrega un poco de agua y muélelas hasta formar una pasta. Esta pasta no debe quedar demasiado espesa, de lo contrario las hojas serán difíciles de moler. Cuando esté satisfecho con la consistencia, coloque el puré de menta en cubiteras y colóquelo en el congelador.
Esta menta es adecuada no solo para platos con carne, con puré de menta puedes hacer malvaviscos, gelatina o malvaviscos. En pleno invierno, se le garantiza un jugoso sabor y aroma de verano.
Mira el vídeo: cómo congelar menta.