Cómo congelar jengibre
Cada vez más amas de casa empezaron a utilizar jengibre en sus cocinas. Algunas personas condimentan con él sus obras maestras culinarias, otras pierden peso con la ayuda de la raíz de jengibre y otras se someten a tratamientos. No importa cómo use el jengibre, debe almacenarlo correctamente para preservar al máximo sus cualidades beneficiosas y no preocuparse porque la raíz se haya marchitado o podrido. Hablaremos de si se puede congelar y cómo hacerlo correctamente en este artículo.
Hay varias formas de congelar el jengibre. Todos estos métodos son igual de buenos, y sólo tienes que elegir cuál te resultará más conveniente.
Congelar toda la raíz
La raíz de jengibre tiene una forma irregular con zarcillos que pueden tener tierra u otros desechos entre ellos. Lava bien la raíz, incluso puedes frotarla con un cepillo. Luego séquelo con toallas de papel, envuélvalo bien en papel de aluminio y ciérrelo en una bolsa con cierre hermético. La raíz de jengibre está lista para una congelación prolongada.
Congelar raíz de jengibre picada
Lava la raíz de la misma forma, pélala y córtala en tiras o aros, como más te guste.
Empaque sus cortes en bolsas ziplock lo más apretadas posible e intente sacar todo el aire de la bolsa antes de cerrarla y guardarla en el congelador.
Congelar jengibre rallado
Pelar el jengibre y rallarlo con un rallador fino.
Forme bolitas con la papilla resultante, colóquelas en una bandeja para horno cubierta con papel pergamino, cubra la parte superior con film transparente y congélelas un poco.
Luego coloca las bolas en bolsas o en un recipiente con tapa.
La vida útil del jengibre en el congelador, en condiciones favorables, es de 6 meses.
Para obtener más información sobre el jengibre, mira el vídeo: