Guiso de pollo casero al horno
Esta receta es un gran hallazgo para cualquier ama de casa, ya que combina sencillez, beneficios y también la posibilidad de preparar pollo fácilmente para el invierno. El guiso de pollo casero al horno resulta tierno, jugoso y sabroso.
Cocinar en frascos elimina la necesidad de una esterilización adicional y permite preparar pollo absolutamente natural (junto con huesos) en su propio jugo. En casa, tienes la garantía de tener éxito con el guiso de pollo al horno si sigues las recomendaciones paso a paso que se describen en la receta fotográfica. ¿Intrigado? Entonces comencemos.
Necesitaremos productos:
- pollo - 900-950 gramos;
- sal al gusto;
- granos de pimienta negra.
Y el inventario:
- frasco de un litro - 1 pieza;
- tapa metálica para conservación - 2 uds.
Cómo cocinar estofado de pollo en el horno.
Lo único que necesitamos es trocear el pollo y trocearlo en porciones. Usé muslos en mi plato. Pero la práctica demuestra que un cadáver de pollo entero, cortado en trozos, resulta mucho más sabroso. Después de lavar el pollo con agua corriente, se debe secar con una toalla, frotar bien con sal y dejar actuar durante 15-20 minutos. La receta clásica de guiso siempre utiliza solo 2 ingredientes: pollo y sal. Pero según tu gusto, puedes añadir granos de pimienta, ajo, especias, hierbas o zanahorias y cebollas.Sólo agrego granos de pimienta.
Luego, toma un frasco de un litro y empuja los trozos de pollo dentro con mucha fuerza para que no queden espacios de aire en el frasco y quede una distancia del ancho de dos dedos hasta el cuello del frasco.
Retire la banda elástica de una tapa de metal y cubra el frasco. Coloca el frasco en una bandeja o en una fuente para horno y colócalo en el horno FRÍO.
Lo encendemos solo después de meter los frascos en el horno. Cocine el estofado de pollo en el horno durante 1 hora 10 minutos a 200 grados.
5 minutos antes de que esté listo, cuando toda la casa ya esté llena de increíbles y deliciosos aromas, hierve la segunda tapa metálica. Después de cocinar, retira el frasco del horno y reemplaza la tapa por una esterilizada. En cuanto puedas sujetar el tarro con la mano a través de la toalla, enróllalo de la forma tradicional.
La conveniencia de la receta radica en el hecho de que no es necesario hervir ni transferir los ingredientes por separado. El pollo en sí se cocina exclusivamente en su propio jugo y produce mucha salsa, que se gelifica cuando se enfría. ¡El guiso de pollo casero más delicioso y completamente natural al horno, en su propio jugo, sin esterilizar los frascos ya está listo! La vida útil de dicha costura no es más de un año en un lugar fresco.
Para ser honesto, mi estofado de pollo casero rara vez sobrevive hasta quemarse, ya que todos en casa exigen inmediatamente pollo tierno en salsa para comer. No hace falta decir que esto también sucedió esta vez. 🙂 ¡Buen provecho!